Conferencia del sacerdote Francisco Jiménez sobre los 50 primeros años de la Diócesis
Publicado de Ángel López Sánchez (Secretario General) en Centenario · Martes 08 Nov 2016
El sacerdote Francisco Manuel Jiménez Gómez, profesor del Seminario y párroco de Fernán Caballero, disertó el pasado lunes en la parroquia de la Asunción sobre “La vida de la Iglesia Diocesana en sus cincuenta primeros años”. Esta conferencia estuvo encuadrada dentro de los actos conmemorativos del primer centenario de nuestra Muy Ilustre y Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Caído y María Santísima de la Esperanza, estando presente una representación de la Junta de Gobierno.
Presentado por Enrique Galán Ruedas, párroco de la Asunción y consiliario de esta cofradía, este recordó su ascendencia de Villamanrique y las diversas publicaciones que tiene, además de referirse a la etapa que ambos coincidieron en el seminario.
El conferenciante, tras una breve introducción, recorrió de forma amena durante 45 minutos, los comienzos canónicos de la iglesia diocesana, partiendo del año 1875, que es cuando se erige la Diócesis y termina la dependencia de la Archidiócesis de Toledo.
Habló de los siete primeros obispos-priores, a saber por este orden, Victoriano Guisasola, Antonio María Cascajares, José María Rancés, Casimiro Piñera, Remigio Gandásegui, Javier Irastorza y Narciso de Estenaga, que murió martirizado en 1936.
El Obispo Javier Irastorza fue el que en 1919 aprobó los primeros estatutos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Caído.
Se refirió al contexto ideológico-pastoral, a cuestiones como la enseñanza en el ámbito de la iglesia, y trató también el apartado de la iglesia diocesana y los medios de comunicación dependientes del Obispado como “El pueblo manchego” o “El sembrador”.
Otros asuntos expuestos estuvieron relacionados con la iglesia diocesana y la cuestión social, finalizando con lo que supuso la fundación de la Acción Católica.
Finalmente, nuestro secretario general le agradeció su participación en los actos del centenario y le hizo entrega de una fotografía enmarcada de los Sagrados Titulares, posando finalmente en una foto de familia.