Otro año sin mirar al cielo
Publicado de Ángel López Sánchez (Secretario General y Vice-Hermano Mayor) en Noticias · Miercoles 31 Mar 2021 · 2:30
Ya estamos
en los días centrales de la Semana Santa, la anhelada semana del ámbito
cofrade, la que todos esperamos para aspirar sus aromas en las calles,
impregnarnos de sus sonidos, también de sus olores, y seguir los pasos del
Varón de Dolores y de su Santísima Madre, y de todos los misterios.
El aire
cofrade revolotea sobre Valdepeñas, pero por segundo año consecutivo no
podremos ver los pasos y las imágenes por calles y plazas, no podremos aspirar
el olor a incienso, eso sí, a diferencia del pasado año, si podremos
impregnarnos del recogimiento de templos, parroquias y conventos.
Las
arraigadas tradiciones y costumbres nos las ha cambiado la primera pandemia del
siglo XXI.
Pero como la
vida se abre paso a sí mismo, como la primavera, entre marzo y abril se
celebran estos siete días recordando y reviviendo la pasión, muerte y
resurrección de Jesús de Nazaret, y así se viene haciendo en algunos casos
desde el siglo XV.
La pandemia
nos ofrece una cara de la Semana Santa bien distinta, ya que no habrá procesiones,
ni capirotes, ni podremos disfrutar del sonido de tambores y cornetas.
No habrá
aglomeraciones en la calle, no nos vamos a distraer con lo superficial, pero
sin embargo nos centraremos en lo esencial, por eso, podremos ver a nuestros
Titulares en la parroquia de la Asunción, en el Altar que se ha preparado,
junto al resto de hermandades y cofradías que están erigidas canónicamente en
la misma.
La imagen de
Jesús Caído porta la cruz nueva que se ha adquirido tanto para procesión como
para capilla.
Y podremos
participar de los distintos cultos y oficios religiosos, de la hora santa ante
el Monumento, de los rezos y oraciones, del Viacrucis y de la Vigilia Pascual,
para poder seguir al Señor desde Getsemaní al Palacio de Poncio Pilatos, desde
Herodes a Anás y Caifás, desde las calles de Jerusalén a la colina del Gólgota,
desde el sepulcro al firmamento y a la casa del Padre.
Estamos
viviendo una Semana Santa para meditar, la meditación de los impactantes
relatos que los evangelistas han trasmitido de la pasión, muerte y resurrección
de Nuestro Señor.
Aferrados a
la fe, soñemos por unos momentos que cuando llegue mediados de abril de 2022,
todo esto habrá pasado, pero este año no tendremos que mirar al cielo para
saber que tiempo tendremos, porque este año esto será lo que menos nos preocupe,
a diferencia de otros años que era de vital importancia.
Pasión por
la Pasión.